Bruxismo: causas, síntomas y remedios

Las estadísticas realizadas por dentistas y ortodoncistas muestran que más del 60% de las personas alivian el estrés de esta manera, adultos y alrededor del 30 por ciento, niños. La mayoría de las veces, el problema se refiere a los jóvenes, principalmente a los solitarios, que rechinan los dientes con el doble de frecuencia que los que viven bajo el mismo techo con una pareja.

Bruxismo: causas, síntomas y remedios

Como resultado de la sobrecarga emocional, los músculos que mueven la mandíbula se vuelven hiperactivos. Se ponen tensos y funcionan mal a pesar de la estructura anatómica normal. Además del estrés, los factores de riesgo de bruxismo incluyen: mordida patológica, así como dentaduras postizas o coronas mal ajustadas.

¿Qué es el Bruxismo?

El bruxismo se define como la fricción patológica de los dientes de la mandíbula contra los dientes del maxilar. Esta condición se clasifica como parasomnia, un grupo de trastornos que ocurren o empeoran durante el sueño, antes de conciliar el sueño o despertarse. El bruxismo también se trata como una enfermedad o trastorno del sistema masticatorio.

Las estadísticas muestran que el bruxismo es una condición que afecta más a las personas entre las edades de 25 y 45 . Sin embargo, conviene recordar que el bruxismo es un trastorno que también se diagnostica en los niños. Es importante destacar que el bruxismo a menudo también se denomina una enfermedad de la civilización, porque el número de casos diagnosticados ha aumentado sistemáticamente desde la década de 1990. Este aumento se explica por un estilo de vida estresante.

¿Cuáles son las causas del Bruxismo?

Las causas del bruxismo no se comprenden completamente. Los científicos, sin embargo, en sus informes indican cuál puede ser la causa de la aparición del bruxismo.

Por ejemplo, los científicos finlandeses descubrieron que el bruxismo es el resultado de niveles crecientes de estrés en el trabajo y en la vida cotidiana . Otras causas de bruxismo incluyen:

  1. Deterioro de la salud del paciente: como resultado de enfermedades o problemas de salud, el nivel de estrés del paciente aumenta y el temor sobre la efectividad del tratamiento.
  2. Predisposición genética: si ha habido casos de bruxismo en la familia, aumenta el riesgo de desarrollar esta afección.
  3. Maloclusión: debido a una maloclusión , los dientes se contactan incorrectamente, lo que hace que se desgasten. El esmalte se erosiona, mientras que los dientes menos protegidos son más propensos a la sensibilidad y la caries
  4. Defectos de la cavidad bucal.
  5. Intolerancia a los alimentos: la hipersensibilidad a ciertos productos alimenticios causa una serie de síntomas. En el caso de las intolerancias alimentarias, a menudo se produce una acidificazión del cuerpo, lo que provoca estrés en el paciente, cuya consecuencia es el bruxismo.
  6. Fuerte tensión
  7. Soledad: las personas que viven solas con mucha más frecuencia luchan contra el bruxismo.
  8. Una dieta inadecuada, pobre en magnesio: las deficiencias de minerales, especialmente magnesio, pueden conducir al rechinamiento habitual de los dientes.
  9. Neurosis.
  10. Cambios en el sistema nervioso.
  11. Empastes dentales incorrectos.
  12. Sellos mal emparejados.
  13. Dentaduras postizas incorrectamente ajustadas.
  14. Coronas mal ajustadas.
  15. Disfunciones en las articulaciones temporomandibulares.
  16. Mal funcionamiento de los centros cerebrales responsables del trabajo de la mandíbula.
  17. Mascar chicle con frecuencia.
  18. Adicciones como beber alcohol, fumar o consumir drogas.

¡Atención!

Los pediatras informan que el bruxismo afecta a los niños que contraen lombrices intestinales. El fenómeno de rechinar los dientes o apretar la mandíbula aumenta con las infecciones por oxiuros, pero también con otras infecciones, cuyo síntoma es la picazón en varias partes del cuerpo. Por tanto, el bruxismo también se da en niños que padecen viruela o alergias.

Bruxismo: ¿Cómo reconocerlo?

A menudo, los primeros síntomas del bruxismo son dolores de cabeza persistentes, dolor facial o una sensación de zumbido constante y molestias en los oídos, así como sensibilidad dental. Se produce una abrasión de la superficie del diente, el aflojamiento de los dientes y el agrietamiento del esmalte. Durante un ataque de bruxismo, apretamos la mandíbula incluso 10 veces más que cuando mordemos algo duro, por lo que puede ocurrir que los dientes simplemente se rompan.

Las personas que sufren de bruxismo suelen notar que sus mandíbulas son más angulosas y macizas que antes de desarrollar la condición. Esto se debe a que cuando una persona aprieta o aprieta los dientes, tensa los músculos maseteros, que son los principales responsables de la masticación.

Las personas afectadas por el bruxismo también desarrollan cambios en la mandíbula y el maxilar inferior. Puede provocar una inflamación alrededor de los dientes y las encías y puede tener una serie de consecuencias desagradables, como la pérdida de dientes. También puede provocar una infección sistémica, sepsis o shock séptico. Además, el bruxismo suele provocar cambios inflamatorios en las articulaciones temporomandibulares y, posteriormente, su degeneración y destrucción. Esto lleva a una reducción significativa de su movilidad, que puede estar asociada a la dificultad para comer. También existe un mayor riesgo de complicaciones, como microembolias en los pulmones y microstrokes en el cerebro.

El bruxismo afecta negativamente a todo el cuerpo y provoca peligrosas complicaciones si no se trata. Con el tiempo, la tensión muscular se traslada de los músculos faciales a la columna vertebral, y las dolorosas molestias se extienden a otras zonas. Por lo tanto, es necesario prestar atención a los primeros síntomas que pueden indicar el bruxismo.

Bruxismo: síntomas característicos

El bruxismo es una afección que a menudo es ignorada o no reconocida por quienes la padecen. Muy a menudo es la pareja o el compañero de piso quien llama la atención sobre los desagradables sonidos del rechinar de dientes. ¿Cómo se manifiesta el bruxismo? Los síntomas que señalan los profesionales se dividen como se indica a continuación,

Síntomas sistémicos:
- Dolor de cabeza

- Dolor de cuello y espalda

- Dolor de oídos y problemas de audición

- Deterioro de la producción de saliva por las glándulas salivales (xerostomía)

Síntomas de los músculos de la cara y de la cintura escapular:
- Hipertrofia de los músculos maseteros

- Dolor en las inserciones del músculo masetero

- aumento de la tensión en los músculos de la cintura escapular, especialmente el músculo esternocleidomastoideo

- Dolor en la cintura escapular y en el brazo.

Síntomas orales:
- Desgaste de los dientes

- atrofia periodontal (exposición de las raíces de los dientes)

- Sangrado frecuente al cepillarse los dientes

- Agrietamiento del esmalte

- Mordiendo la mejilla

- Deterioro de la producción de saliva

- Rotura y caída de dientes

Síntomas oculares y auditivos:
- Dolor en la región orbital

- visión borrosa

- Acúfenos

- Dolor de oídos

- Desequilibrio

- Problemas de audición o pérdida de la misma

Bruxismo: ¿qué especialista elegir?

El bruxismo es una condición que debe ser discutida con un dentista. Sin embargo, hay que recordar que el bruxismo puede estar causado por diversas condiciones psicológicas o enfermedades. Por lo tanto, el tratamiento dental debe ir acompañado de una terapia adecuadamente seleccionada.

Si no puedes controlar el estrés, merece la pena acudir a un psicólogo. Si tiene problemas de intolerancia alimentaria o tiene dificultades para planificar un menú saludable, debe consultar a un nutricionista. Un paciente que lucha contra el bruxismo puede necesitar ayuda no sólo de dentistas y psicólogos, sino también de otros especialistas como un neurólogo, un otorgante, un ortopedista o un cirujano oral.

Bruxismo: posibles complicaciones

Ignorar los síntomas del bruxismo y no diagnosticarlo correctamente puede dar lugar a numerosas complicaciones que afectan significativamente a la calidad de vida del paciente. Los expertos enumeran muchas posibles complicaciones del bruxismo no tratado. Entre los que se producen con mayor frecuencia, se presta atención a:

  • Desgaste avanzado de la superficie de los dientes, que se vuelven frágiles o se rompen
  • Aflojamiento y movilidad de los dientes, que posteriormente se desprenden de las encías
  • Inflamación de la pulpa dental
  • Llagas dolorosas en la membrana mucosa de las mejillas, la lengua y otras partes de la cavidad oral que han sido mordidas en exceso
  • Dolor crónico en la mandíbula
  • Chasquido y estallido de la mandíbula al abrir más la boca
  • Hipertrofia de los músculos de la cara y el cuello
  • Dolor persistente en el cuello, los hombros y la columna vertebral
  • Problemas de equilibrio
  • Acúfenos y dolor de oídos

Tratamientos del Bruxismo

Existen varias formas de tratamiento para el bruxismo, con distintos grados de eficacia:

  • Alineación de la mordida reduciendo las protuberancias de uno o varios dientes. Una mordida anormal en la que los dientes no encajan exactamente también puede corregirse con nuevos empastes, coronas o aparatos de ortodoncia.
  • Psicoterapia, sedantes : son de eficacia limitada, aunque pueden aportar alguna mejora en personas que viven bajo estrés crónico. Al principio, conviene probar las infusiones que facilitan el sueño. El deporte también es beneficioso, especialmente el yoga, los paseos nocturnos o el footing también tienen un efecto beneficioso.
  • Férula de relajación: se trata de una funda transparente de diseño individual, elegida por el protésico, que se coloca en los dientes superiores. La finalidad de la férula es proteger los dientes superiores de la fricción con los inferiores. Aunque la férula previene eficazmente las consecuencias del bruxismo, no cura su causa. Sólo es eficaz en la primera fase de la enfermedad.
  • El bótox, o toxina botulínica, también conocida como botulina, permite bloquear la conducción neuromuscular. El Botox se inyecta en los maseteros para debilitarlos parcialmente.

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