
Cómo limpiar la lengua
Si sufres de mal aliento muy a menudo, la solución es más sencilla de lo que crees. Limpiando adecuadamente la lengua, el problema puede solucionarse en la mayoría de los casos.
En esta guía, aprenderás por qué es importante incluir la lengua en tu rutina de limpieza bucal y las herramientas adecuadas para hacerlo.

Por qué es importante limpiar la lengua
El mal aliento y el mal sabor de boca es uno de los problemas más desagradables, pero también uno de los más comunes que afectan a la boca de niños y adultos. En general, se trata de un tipo de halitosis transitoria que puede solucionarse fácil y rápidamente prestando más atención a la limpieza bucal, limitando el consumo de alcohol, bebiendo más agua y dejando de fumar.
Por otro lado, existe otro problema, la halitosis crónica, que en diferentes casos puede ser una señal de alerta de diversos problemas y otras patologías dentales o un signo de un estado no óptimo de nuestro organismo.
El mal aliento suele deberse a las bacterias presentes en la boca, que son el resultado de muchos factores posibles.
La primera es, sin duda, una higiene bucal inadecuada, concretamente una limpieza dental insuficiente, que no elimina, por ejemplo, los restos de comida entre los dientes.
Otras veces, el mal aliento se debe a una limpieza inadecuada de las prótesis dentales o de los aparatos de ortodoncia, o a una mala limpieza de la lengua.
En este caso, el problema del mal aliento depende del exceso de microflora que reside allí. En efecto, en la lengua hay muchas bacterias similares a las que alimentan la placa bacteriana.
Estos microorganismos que conforman la microflora oral producen compuestos sulfúricos volátiles (como el sulfuro de hidrógeno) y otras sustancias, como los ácidos grasos de cadena corta, que son los principales responsables del mal aliento.
Una lengua sucia tiene una capa blanca de bacterias, hongos y restos de comida que cubre toda la superficie de la lengua y, si no se elimina mediante una limpieza especial, puede causar mal aliento e infecciones. Por lo tanto, es posible resolver o al menos reducir la halitosis eliminando la microflora.
Por lo tanto, es evidente que no basta con cepillarse los dientes con un cepillo y una pasta de dientes para tener una buena higiene bucal. También es necesario limpiar la lengua, el paladar y todos los espacios interdentales.
En particular, también es importante y necesario limpiar la lengua para frenar la formación de la placa dental causada por las bacterias de la lengua que se acumulan en la línea de las encías. En este caso, la limpieza de la lengua reduce el riesgo de enfermedades de las encías, el sarro y la caries dental, que provocan mal aliento y, a largo plazo, también pueden provocar diversas afecciones inflamatorias como gingivitis, periodontitis y abscesos sanguinolentos.
Una buena limpieza de la lengua permite saborear mejor los alimentos y las bebidas y reduce la indigestión: una lengua limpia permite al organismo absorber mejor los nutrientes de los alimentos y evita las malas digestiones.
La limpieza de la lengua es también un masaje para el bienestar de nuestro cuerpo. De hecho, cada punto de la lengua corresponde a un órgano interno específico que podemos mantener en buen estado de salud con un simple masaje. Por ejemplo, las zonas laterales corresponden a la vesícula biliar, las interiores al bazo y las centrales al estómago.
La lengua también forma parte de la primera línea de defensa de nuestro sistema inmunitario. Por lo tanto, la limpieza diaria de la lengua favorece los mecanismos de defensa de nuestro organismo al evitar que las papilas gustativas reabsorban las toxinas.
También hay otras causas que contribuyen al mal aliento. Entre ellos se encuentran las caries no tratadas, ciertos trastornos metabólicos, medicamentos que pueden reducir la producción de saliva, enfermedades de las encías, infecciones de la garganta, sinusitis, problemas estomacales y deshidratación.
Para combatir el mal aliento existen varios remedios, entre ellos los naturales, así como buenas prácticas diarias a seguir para neutralizar el olor que sale de la boca y poder volver a sonreír y hablar alegremente.
Veamos las mejores técnicas para una correcta limpieza de la lengua y los mejores instrumentos para esta particular práctica bucal.
Cómo limpiar la lengua
La higiene de la lengua es un buen hábito que debes incluir en tu cuidado y limpieza diaria de dientes y encías, ya que mantiene toda tu boca limpia, fresca y sobre todo sana. Como ya hemos comentado, la lengua es el órgano donde se concentra la mayor cantidad de bacterias que, si no se eliminan, no sólo provocan el mal aliento, sino que también pueden ser la causa de diversos problemas en dientes y encías.
Los consejos para cuidar la lengua empiezan por la prevención, lo que significa hacer una revisión cada mañana. Una lengua sana es fácil de detectar: Su superficie es uniforme, lisa y rosada. Si, por el contrario, se observa una hinchazón, una aspereza excesiva y la lengua blanquecina, es muy probable que haya una cantidad excesiva de bacterias en la lengua, lo que es un signo de problemas en la boca.
En este punto, tras el autodiagnóstico, es importante saber cómo limpiar la lengua. La lengua debe limpiarse una vez al día para eliminar las bacterias y combatir el mal aliento, aunque el tipo de limpieza varía en función del dispositivo utilizado.
La limpieza de la lengua puede hacerse con un cepillo de dientes o con una herramienta especial llamada raspador o limpiador lingual.
Raspador lingual para mal aliento
Raspador de lengua
Sea cual sea la herramienta que elijas, es importante que las vellosidades de la lengua se abran y oxigenen: esto te ayudará a combatir las bacterias causantes de la caries, a prevenir el mal aliento y a mejorar el sentido del gusto.
Para limpiar la lengua, basta con sacarla completamente de la boca para evitar el reflejo nauseoso, colocar un cepillo de dientes o un rascador en el dorso de la lengua y empezar a cepillar desde el centro hacia fuera, siempre hacia la punta de la lengua.
Asegúrese de realizar movimientos suaves sin emplear demasiada fuerza, y tire del instrumento con movimientos lentos y suaves para no irritar la mucosa. De este modo, la superficie rugosa del instrumento elimina los residuos y las bacterias de la superficie de la lengua.
Para una limpieza eficaz, debe llegar a la parte más profunda de la lengua, donde se acumulan la mayoría de las bacterias. Enjuáguese la boca con agua o con un enjuague bucal después de la limpieza.
La lengua debe limpiarse después de cada comida, al igual que usar el hilo dental, pero no hay que exagerar, ya que una lengua limpia, sana y no irritada contiene bacterias "amigas" que pueden alejar a los patógenos peligrosos y no deben eliminarse. Por lo tanto, es una buena idea limpiar la lengua sólo cuando se note la irritación o el olor.
Herramientas para la limpieza de la lengua
En el mercado hay dos herramientas principales que pueden utilizarse para limpiar la lengua: un cepillo de dientes tradicional o un raspador lingual. La técnica de limpieza difiere según la herramienta que elijas.
En cuanto al cepillo de dientes, es importante utilizar uno con cerdas suaves o con una ranura de goma en la parte posterior especialmente diseñada para limpiar la lengua.
Cepillo dental y lingual
Después de sacar la lengua de la boca, basta con colocar el cepillo de dientes en posición horizontal sobre el dorso de cerdas o de goma y mantenerlo perpendicular a la línea media de la lengua. A continuación, aplique una ligera presión desde el interior de la punta de la lengua, frotando suavemente la superficie de la misma. No se necesita ningún producto especial para limpiar la lengua, basta con utilizar pasta de dientes y un poco de agua para enjuagar la boca.
El raspador lingual, por su parte, es un instrumento más pequeño y cómodo con propiedades funcionales para los procedimientos de limpieza de la lengua. Es una cabeza alargada que ayuda a eliminar los residuos y las toxinas que se han acumulado en la lengua. Basta con deslizarla sobre la superficie de la lengua con un suave movimiento de vaivén, siempre de dentro hacia fuera. Es un cepillo de doble acción y un rascador ideal para eliminar la placa bacteriana de la lengua.
Las pastillas son otra ayuda en la lucha contra el mal aliento. Son ideales para llevarlos fuera de casa, ya que neutralizan rápidamente los olores procedentes de diversas fuentes, como la comida, el humo y el alcohol.
Pastillas para el mal aliento
Por último, una alternativa muy útil y gratuita es limpiar la lengua con una cuchara. La forma cóncava de la cuchara le ayudará a eliminar la capa superior de bacterias. Una vez más, se trata de una herramienta que debe utilizarse con extrema suavidad, con movimientos firmes que siempre empiezan por la parte posterior y terminan en la punta de la lengua.
Los artículos que se ofrecen tienen fines informativos y educativos. Creemos proporcionar información precisa, útil y cuidadosamente documentada. Sin embargo, la información presentada no puede sustituir el asesoramiento médico ni proporcionar un diagnóstico. En caso de problemas médicos, recomendamos que consulte a un especialista.
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